Mariano Rajoy ha ganado las elecciones sin presentarnos un proyecto de futuro, sin mostrarnos cuales son las medidas que piensa tomar cuando asuma el poder para sacar a España de la crisis. Ha basado la victoria en las elecciones y la tranquilidad de los mercados en su postura conservadora como único garante de que la situación va a cambiar a mejor, y no ha visto necesario descubrir su juego, mostrarnos las medidas económicas, fiscales y laborales que piensa tomar cuando asuma la presidencia del gobierno.
Para él todo ha sido como un juego, el póker, donde no hay que mostrar las cartas para que el adversario no sepa cual es tu baza. Rajoy no ha explicado las medidas que piensa tomar porque creo que, sencillamente, no las tiene; que va a ser más de lo mismo: una sucesión de disposiciones tomadas conforme vaya evolucionando la situación o las autoridades económicas alemanas dictaminen.
Mientras, la prima de riesgo española continúa en puestos de récord, punto arriba punto abajo, y la bolsa sigue sumida en un vaivén descontrolado e indeciso. Una situación angustiosa que solamente puede ser enfrentada con rapidez y eficacia, precisa que el presidenciable tenga por lo menos el gesto decidido, la determinación clara y visible y un plan de mejora a través de determinadas reformas. Lo demás es demagogia. E irresponsabilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario