jueves, 10 de noviembre de 2011

El mayor problema del Futuro: Comer y Beber



Desde mediados de los años noventa del pasado siglo el acceso a la alimentación está siendo un problema para una parte muy grande de la población mundial; con una población cercana a los 7.000 millones de personas en nuestro planeta, abastecerlos a todos era en aquellos años y lo sigue siendo ahora, una tarea harto más que difícil, y aunque hay alimentos, por una causa u otra (acaparamiento, utilización como combustible, precios inaccesibles, etc.) no se abastece a toda la población mundial.

Los alimentos han iniciado un proceso irreversible de escalada en sus precios (recordemos que las subidas de los precios de 2.008 llegaron a provocar revueltas en muchos países y escasez en el abastecimiento) que llevará a que en 2.050, con más de 9.100 millones de habitantes en el planeta, comer sea un artículo de lujo que podrá pagar a duras penas la mitad de la población.

Esto lo tienen muy en cuenta las grandes multinacionales de la alimentación, los mercados de capital y los grandes fondos de inversión o de pensiones, e incluso gobiernos buscando garantizar un abastecimiento futuro, que han visto en la tierra barata y con posibilidades de riego de los continentes africano, asiático o sudamericano, una posibilidad muy atractiva de especulación y posterior consecución de beneficios.

La tranquilidad del ahorro en entidades financieras o de seguros ya no es una garantía de futuro; ni tampoco el ladrillo. El futuro es el terruño, el huerto del pueblo.

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