martes, 15 de noviembre de 2011

Formas de salir de la Crisis



Circula por internet vía correo electrónico una fotografía de la duquesa de Alba del brazo de su flamante esposo, ambos en bañador y por la playa, con la leyenda: "He aquí el primer español que escapa de la crisis", y no digo yo que no tenga razón quien ha urdido el chiste, pero yo también creo que he encontrado una persona que ha escapado de la adversa situación económica.

Desconozco su nombre, e incluso su sexo, aunque algo me dice que bajo la gorra que le ocultaba había un varón.

Fue en Santo Domingo de la Calzada, adonde me había acercado atraído por el aviso de unos amigos: se celebraba la I feria de la castaña en aquella localidad riojana y, aunque he de confesar que no me gustan este tipo de acontecimientos porque los productos que en ellos se ofrecen suelen ser a precio desorbitado y están expuestos a la inclemencia del tiempo y ambiente sin apenas protección sanitaria, acudí como tantos otros al llamado de la economía local.

Paseando por los innumerables tenderetes que se encontraban en la llamada (creo) plaza de la Alameda los vi de todos los tipos: de bizcochos, tartas, dulces, quesos, vinos, pan, bacalao, chocolates, ... de todo, oiga, menos de castañas; la verdad que estuve muy entretenido, pero recorrí todos los puestos ambulantes hasta que al final lo descubrí en una esquina



único, solitario, como castigado por el maestro en una esquina de la plaza... pero eso sí, orgulloso y lleno de clientes. "Feria de las castañas", repetía el segundo cartel que vi y que estaba a su lado, al que le faltaba solo la flecha que, dirigida hacia el puesto, nos señalara, más que recordara (porque era el típico puesto de castañas), la ubicación del protagonista de la Feria.

Otro año seguro que cuajará mejor la idea, habrá más puestos y las colas serán más grandes (a los españoles nos encanta ponernos en cola aunque sea para que nos cobren caro), pero de momento me quedo mejor con mi rótulo: "Otro español que sale de la crisis". Enhorabuena, señor, donde quiera que esté y como quiera que se llame.

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