Según nos cuenta Europa Press en su edición digital de hoy, The Economist, prestigioso periódico británico, define a Mariano Rajoy como un Registrador de la Propiedad provincial (creo que por cuestiones idiomáticas el autor del reportaje escribió provincial cuando quería decir provinciano) y como una pesadilla para los asesores de imagen. Lo de los asesores de imagen también lo entendemos.
Hasta ahí todo bien; o más o menos bien. El problema es que más adelante en el artículo, y entre otras lindezas dirigidas a él, advierte de que "ahora no estamos en 1996" y que, "como muchas cosas en torno" a Rajoy, sus decisiones futuras para salir de la crisis "continúan siendo un misterio". Nadie sabe qué medidas va a tomar Mariano para sacar a España de la crisis, aunque a mí se me ocurren dos:
En primer lugar, culpará a ZP de que a él y a sus asesores no se les ocurra nada para sacar a España del desaguisado, porque Zapatero habrá plantado ajos por todas las esquinas de los ministerios, y en segundo lugar, reaprobará la Ley de Suelo de 1997 por si cuela y se produce otro "milagro español" tan al gusto de los populares y donde sus cargos electos, provinciales o autonómicos, se encuentran como pez en el agua dirigiendo el cotarro. Para eso tienen el respaldo de las urnas.
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