jueves, 26 de enero de 2012

¡Qué cuatro patas para un banco!



Parece ser que en el Levante español son muy dados los políticos de turno a aceptar regalos; quizá les son ofrecidos como una forma de manifestar el contento por la ayuda para la resolución de algún asunto solicitado y por el que han recibido la asistencia, relación con un tercero o consejo idóneos para la finalización acertada del tema; quizá les son ofrecidos porque los quieren; o quizás por su simpatía.

Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, agradece en 2007 al ex-gerente de la empresa pública del agua en Valencia, Emarsa, una empresa que ha generado un agujero de 17 millones de euros, el regalo "tan bonito" que le ha enviado. En 2009, la firma Orange Market de la que es representante en Valencia El Bigotes, afirma que va a regalarle a la regidora un bolso de Louis Vuitton, posiblemente el mismo que muestra en numerosas ocasiones en fotografías de plenos de las cortes.

Esto lo afirma Rita Barberá para hacernos ver que "un bolso de Louis Vuitton es un regalo absolutamente habitual"; lo mismo podría decir Camps, el que antes afirmaba que no había recibido ningún regalo y del que ahora la justicia afirma que no se puede afirmar que los ha recibido, a pesar que hay testigos que así lo confirman y el ex-president no puede presentar facturas. Tampoco vale que el ex-vicepresidente de la Generalitat Víctor Campos y el ex-jefe de gabinete en Turismo Rafael Betoret, fueron condenados tras aceptar que cometieron el delito. Ni que el propio abogado de Camps, Javier Boix, llegara a presentar en el tribunal un escrito de conformidad con las acusaciones en la semana de julio de 2011 en la que el ex-presidente acabó dimitiendo.

Estaba claro que todo estaba en manos del jurado, un jurado popular sacado del propio pueblo valenciano para el que señores como Camps, Costa, Carlos Fabra o Rita Barberá, son honorables hagan lo que hagan, y se lo manifiestan en las urnas dándoles una mayoría muy absoluta. ¡Vaya cuatro patas para un banco!

2 comentarios:

  1. Hola, me ha llamado la atención el título del blog, quizá porque leí ese libro.
    No tiene mala pinta te visitaré alguna vez.
    Suelo ser muy benevolente :)
    Saludos Damian

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  2. Gracias, Cari, sé bienvenid@ por este blog, que espero te guste. Saludos

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