lunes, 23 de enero de 2012

Me voy. Os dejo mi silla y me voy (León Felipe)



La poesía, para muchos, es un sentimiento; para mí es un estado de ánimo. Aquí os dejo un poema del poeta que más admiro: León Felipe, aquel viejo desconocido que, tras una azarosa vida por medio mundo, vino a decirnos adiós con un poema a modo de testamento.

Me voy.
Os dejo mi silla
y me voy.
No hay bastantes zapatos para todos
y me voy a los surcos.
Me encontraréis mañana
en la avena
y en la rumia del buey
dando vuelta a la ronda.
Seguidme la pista, detectives,
dadme la pista como Hamlet al César.
Anotad:
El poeta murió.
El poeta fue enterrado,
el poeta se transformó en estiércol,
el estiércol abonó la avena,
la avena se la comió el buey,
el buey fue sacrificado,
con su piel labraron el cuero,
del cuero salieron los zapatos...
Y con estos zapatos en que se ha convertido el poeta
¿hasta cuándo - yo pregunto, detectives -
hasta cuándo seguirá negociando
el traficante de calzado?
¿Por qué no hay ya zapatos para todos?

2 comentarios: