miércoles, 3 de octubre de 2012

¡NO AL RESCATE DE LAS ENTIDADES FINANCIERAS!



No soy yo, ni seguramente muchos de vosotros, accionista de ninguna entidad financiera; a lo sumo que llego es a tener una modesta cuenta en la que me descuentan una cantidad muy respetable de comisiones mensualmente. Estas abusivas comisiones las imponen los órganos de dirección de las entidades para poder ellos retirarse con unas pensiones supermillonarias, gasto este que, junto a otras medidas adversas para sí mismas como inversiones especulativas arriesgadas, etc., tendrá el Gobierno de turno y, en definitiva, los ciudadanos, que pagar en forma de rescate.

Que la banca va a ser rescatada, eso lo tengo claro, pero ¿porqué? Si las entidades necesitadas de capital vendieran sus activos inmobiliarios no haría falta que todos los españoles tuviéramos que pagar sus errores, pero ¿porqué no vende esos activos? Si bastaría con que los bancos rebajaran los importes de las viviendas en su poder a precios de mercado, reales, para vender todo el stock que mantienen y así generar ingresos para reactivar el mercado del crédito y solucionar de una vez los problemas de liquidez de empresas y particulares, ¿porqué no lo hacen? 

La respuesta es clara: porque presentarían resultados negativos, se generarían pérdidas, lo que deterioraría su imagen en los mercados bursátiles y les llevaría a una situación caótica. Pero, ¿no sería más barato para todos que las entidades regularizaran la situación vendiendo sus activos y que la entidad que tenga que ser liquidada lo sea? Ello no llegaría a afectar a los impositores, todo lo más a los inversores: accionistas y propietarios de bonos subordinados o no garantizados, personas que cuando realizaron sus inversiones en la entidad financiera aceptaron un riesgo implícito al producto para su dinero, a diferencia de los impositores, que son un tipo de cliente que busca estabilidad para su capital en lugar de rentabilidad.

Yo no quiero que el estado pague con mis impuestos nada a las entidades financieras, y tampoco soy solidario con el accionariado de las mismas, curiosamente un sector insolidario de más con una sociedad a la que se vuelve cuando necesita salvaguardar su capital y no a la hora de aportar dinero al sostenimiento del Estado, sostenimiento al que contribuye con unos impuestos más bajos (Sicavs, Sociedades, etc.) que la inmensa mayoría de españoles.

Por ello digo:  NO  AL  RESCATE  DE  LAS  ENTIDADES  FINANCIERAS. No a recibir un dinero de Europa que nos pasaría factura, ni aportaciones del Estado que nos llevan al deterioro de las cuentas públicas con el consiguiente incremento del endeudamiento y encarecimiento del interés de la deuda por el incremento de la prima de riesgo.

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