La inflación y los tipos de interés

Los gobiernos de todo el mundo (el mundo capitalista occidental, claro) han puesto siempre en relación la subida de la inflación con el incremento de las solicitudes de créditos financieros. Vamos, que los precios de las cosas subían PORQUE la gente solicitaba más créditos. ¿Y cómo se corregía esta situación? Pues elevando los tipos de interés, con lo que se conseguía no que la gente solicitara menos créditos, porque la gente solicitaba el que necesitaba, independientemente del valor numérico que tuviera el mismo, sino incrementar el beneficio de los intermediarios financieros, que utilizaban una subida del tipo de interés del Banco Central pertinente para incrementar sus tipos, preferenciales o no, a un valor aún más alto de la resultante de la subida.

No nos confundamos, los bancos son los hijos predilectos de los gobiernos conservadores, y los pagadores, los mismos. Al fin y al cabo utilizan los beneficios para repartir primas a las cúpulas de estas entidades y no para cancelar los créditos que el Estado, en definitiva los de siempre, les han concedido para poder salvar su propio dinero. O sea, que para seguir conservando mi dinero en el banco y que no se pierda, necesito pagarle un dinero adicional porque el que había depositado lo han malgastado. Esto ahora, veremos dentro de unos años si no hemos de volver a pagarle. Y mientras, a pagarle primas y fondos de pensiones multimillonarios por "por la buena gestión" realizada a los directivos de estas entidades. Cómo debe de estar disfrutando el Sr. González, ex-presidente del BBVA con los casi 80 millones de euros que se llevó el día de su jubilación, además de la cantidad mensual que le corresponde como jubilado y que irá cobrando cada mes para tabaco.

Porque no vamos a hablar aquí de si los Estados occidentales tienen suficiente dinero para poder garantizar los depósitos de todos los clientes, independientemente de la cantidad que tengan en el banco, como se afanaron en su día de afirmar en todos los países avanzados. Claro, ¿quién iba a ser el guapo que se quedaba sin tirarse el farol de cara a la prensa?

Pero volviendo al tema que nos ocupa de los tipos de interés y su relación con la inflación, la realidad actual, y no tan actual porque ya llevamos más de tres años con el grifo de los créditos cerrado prácticamente, nos dice que, si no hay créditos, ¿porqué suben esta vez los tipos de interés? Vamos, que entendería esto, y ya que estamos en Europa y es el Banco Central Europeo el que nos marca la tendencia en cuanto a indicadores económicos, si en todo el ámbito europeo se estuvieran dando créditos a mansalva, y si también en todo el ámbito europeo la inflación estuviera en evolución alcista constante (actualmente en el 2,8%). Pero es triste que la subida de precios QUE DECIDEN LOS EMPRESARIOS (El BCE en el 1,25% y los bancos el euribor al 2,151% a 12 meses a dia 9-5-2011 más un diferencial variable según el banco y el tipo de operación del que se trate), aunque en muchos casos conlleve una subida de tipos QUE DECIDEN LOS EMPRESARIOS del sector correspondiente, y la paguen LOS DE SIEMPRE. "Entre todos lo mataron y él solito se murió".

Quizá en estas circunstancias no habría que haber sido tan "economista literal" siguiendo a rajatabla las directrices del "manual del buen economista capitalista" y haber dejado los tipos de interés en el nivel bajo que han tenido entre el 7-5-2009 y el 7-4-2011, habida cuenta que la caída de la demanda de productos no básicos caros hubiera frenado la tendencia alcista de la inflación y no afectaría a la supervivencia de la pequeña y mediana empresa, que ve afectada su recuperación por la negación del crédito y la carestía creciente del mismo. Tampoco el consumo interno, según la Fundación de las Cajas de Ahorro, Funcas, actualmente al -1,2% de crecimiento interanual y que venía creciendo en el periodo 1996-2007 al 4,6% de media, se ve beneficiado por una subida de tipos. Y esta situación es extrapolable a la mayor parte de la Europa comunitaria, a excepción de Alemania principalmente y Francia en segundo lugar.

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