jueves, 8 de diciembre de 2011

Cómo hemos cambiado



Es gracioso ver en un debate de TV1 a periodistas afirmar que las actividades de Iñaki Urdangarín las realizó a título personal y no han de afectar para nada a la Familia Real española, a pesar de que aquel utilizara sus relaciones y su posición social para conseguir contratos, subvenciones, etc. Del yernísimo, Alejandro Agag, ni hablamos.

Ya hace años se condenó social y políticamente a Alfonso Guerra porque su hermano Juan utilizaba su nombre, su despacho y su parentesco, pero claro, la prensa especializada, e incluso la del corazón, se tiró a la yugular del prócer socialista. Como dirían los Presuntos Implicados: ¡Cómo hemos cambiado!

4 comentarios:

  1. Oh si, tienes razon, Espanya es un lugar de panderetas pillos i sinverguenzas, todo esta bien no te preucupes. Por mucho que se denuncie,la gente inexplicablemente seguira votando lo ilogico, aplaudiendo lo irracional, viendo programas de reseteo mental, en definitiva siendo españoles

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  2. Antes éramos menos tolerantes con la corrupción, parece ser. Lógicamente Juan Guerra se aprovechó de su hermano Alfonso tal y como Urdangarín lo ha hecho ahora, a la sombra del poder. Y entonces Alfonso Guerra lo sabía tal y como ahora la familia de Urdangarín sabía lo que pasaba. Todos son culpables de corrupción por acción u omisión.

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  3. Anónimo, queda claro que me has recordado un tema que llevaba tiempo meditando y, a la vez, olvidando... "la corrupción y la hipocresía"

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  4. Aquí el que puede choricea lo que puede, luego no devuelven lo robado, ni ná de ná, a vivir que son dos días y el pueblo que se joda.

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