miércoles, 2 de febrero de 2011

El Enfrentamiento entre Tomás Gómez y Esperanza Aguirre




A veces pienso que la gente en general y la prensa en particular, solamente buscan el sensacionalismo en la noticia. Hace ya tiempo que el aspecto circense de la política anda por las cadenas de televisión y prensa escrita revolucionado con el dilema entre Tomás Gómez y Trinidad Jiménez para protagonizar el enfrentamiento con Esperanza Aguirre para la presidencia de la Comunidad de Madrid. Ya es triste que sólo se detengan en las posturas que adopte uno u otro sector, en si el canditato de José Luis Rodríguez Zapatero es, o no, más idóneo para representar al cantidato de la Agrupación Madrileña del PSOE. Como si el presidente de la Nación no pudiera tener un candidato preferido, o como si no pudiera proponerlo, o, incluso, como si no pudiera manifestar una opinión sin que se le tache de prepotente, absolutista, dictatorial, etc.


En verdad que me preocupa el tema, máxime si la crítica viene de medios de comunicación afines a tendencias o partidos políticos en los que la mera insinuación a que el "futurible" pueda ser elegido democráticamente entre sus afiliados causa pavor. Claro, el candidato, para ellos, ha de ser elegido "dedocráticamente" por el presidente de turno, sea del partido o de su aparato político. Así es como vimos que el aspirante a presidente Rajoy fue investido candidato por el sr. Aznar, a dedo y tras un periodo de reflexión en el que el prócer de los populares se dedicó a deshojar una margarita de una sola hoja, la que él quería, y no como el sr. Zapatero, tras unas primarias con José Bono, Matilde Fernández y Rosa Díez. A la militancia del PP le molesta la democracia interna, y no digamos la externa.


Yo, después de ver este democrático uso del derecho al voto habido entre los afiliados al Partido Socialista Madrileño, he sonreido por dos motivos que, para mí, son muy importantes. El primero, porque me ha gustado mucho que haya habido un debate interno en un partido democrático, y he podido ver las imágenes de los afiliados apoyando a su candidato y los ofrecimientos de la candidata derrotada a su oponente en las urnas.


El segundo motivo que me ha hecho sonreír es ver la capacidad intelectual del que ha diseñado la campaña del sr. Gómez, posiblemente Pepiño Blanco, porque no dudo de su altísimo nivel intelectual para mover los hilos convenientemente. Me explico. A Trinidad Jiménez, ex-Responsable de Relaciones Políticas con América y actual ministra de Sanidad y Política Social, no le hacía falta publicidad alguna ni en la Comunidad de Madrid, ni en el resto de España. Recordemos que, pese a haber perdido en un enfrentamiento con Ruiz Gallardón por la alcaldía de Madrid, consiguió para su partido el mayor número de concejales desde que es oposición. Pero, ¿quién es Tomás Gómez? Conocidísimo en Parla y medianamente en Madrid, es, o he de decir era, un desconocido para el resto del País. Y hago bien en decir “era”, porque después de este proceso es conocidísimo en toda España. De eso se ha encargado la prensa vociferante de la oposición, sobre todo la del grupo Vocento. ¿Habrá campaña política más barata? Esperemos los resultados en las próximas elecciones autonómicas madrileñas. ¿O acaso las miras están puestas en el principio de la primavera de 2.012?

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