viernes, 19 de octubre de 2012

Tiene Arreglo




La joven presentadora de la televisión regional va poniendo a los telespectadores en contacto con familias andaluzas necesitadas, nos las presenta una a una en sus propios domicilios y va relatando cuales son las necesidades más perentorias para cada una de ellas.

Hay casos de familias que tienen entre sus miembros enfermos graves que precisan ayudas urgentes, como puede ser salvar un espacio inaccesible para un impedido físico, o facilitarle a su familia la labor de atención mediante el uso de una grúa portátil para incorporar al enfermo o una cama articulada a motor. En otras ocasiones se trata de familias que precisan mobiliario en sus casas, o electrodomésticos, dado que la aguda crisis que nos asola les impide acceder a un puesto de trabajo con el que generar ingresos mensuales para poder acometer por sí mismos esas necesidades. También hay un tiempo para la oferta de puestos de trabajo, en ocasiones, numerosa.

Sí, estoy en mi tierra y esta televisión me pone en contacto con una gente, mi gente, que muestra a los demás, a pesar de su dolor y lágrimas, la situación en la que se encuentran.

Una joven familia malvive en una casa sin amueblar que han conseguido a duras penas alquilar, pero no tienen ingresos suficientes para hacerla habitable del todo. Duermen en el piso de las habitaciones con mantas y colchones viejos y deteriorados. No tienen apenas aparatos de cocina ni muebles en los que alojar sus enseres.

La joven presentadora va recibiendo llamadas de diversos lugares de la comunidad  meridional. De una provincia cercana a la suya, un señor les regala los electrodomésticos que necesitan mientras un joven de su misma provincia se los transporta a su domicilio con su propia furgoneta gratuitamente. De otra provincia, una familia que se debate en una situación personal similar y va a ser desahuciada de su vivienda, les regala los muebles de dos dormitorios porque no van a poder llevarlos consigo. Otra persona de no sé donde se los transporta también gratis. De otro lugar les llegan los muebles de la cocina también de forma desinteresada.

Hay una madre que tiene un hijo con parálisis cerebral, de 17 años, con un cuerpo de hombre y que no puede valerse por sí mismo. Su casa, aunque pequeñita, tiene tres plantas y unas escaleras que hacen que la madura madre deba subir numerosas veces al día al hijo sobre sus espaldas, y subir y bajar varios pisos cada vez que su vástago precisa ir al baño, a cambiarlo,  a comer, a dormir, ... incluso para salir a la calle tiene escaleras. Su hermanita de 11 años no está teniendo juventud, pues debe sustituir a su madre en las labores de cuidado a su hermano mientras el padre asiste a largas y agotadoras jornadas de trabajo para conseguir el salario justo para sobrevivir.

¿Sus necesidades? Una cama articulada a motor, una grúa elevadora y una escalera mecánica para poder subir y bajar a su hijo, con un presupuesto de 30.000 euros inalcanzables en la actualidad debido a la situación crítica en la que se encuentra la mayoría de las familias de una región, Andalucía, que cuenta con la mayor tasa de paro de España.

El público que asiste en directo a la emisión del programa desconfía en que se consiga el objetivo mientras la presentadora lanza mensajes de esperanza y ánimos implicando a los telespectadores a conseguir el objetivo.

Una primera llamada de una viuda con una pequeña pensión pone en el vacío cofre de esta familia la cantidad de 300 euros. La importante cantidad donada de forma altruista por una anciana viuda también me indica que me encuentro en mi tierra, con mi gente. Una segunda llamada de un señor hace que el bote suba a los 800 euros, y más tarde una tercera persona aporta 1.000 euros más; también importante es la aportación de un empresario acuciado por los recortes en sus ventas y que aporta 2.000 euros. Así, las llamadas se van sucediendo una tras otra como con un cuentagotas, pero algo va indicando que la mitad del presupuesto no está lejos.

Se intercalan llamadas que aportan la cama articulada con su correspondiente colchón y la grúa portátil para poder levantar sin esfuerzo al joven impedido, pero el grueso de la petición está difícil, aunque no es imposible. Otra llamada ofrece la cantidad de  1.000 euros más. Ya la gente que se encuentra en el estudio empieza a animarse cuando una llamada de un joven empresario de la región que se encuentra en Bélgica instalando ascensores, se compromete a acometer la instalación de la escalera mecánica por el importe recolectado hasta el momento, menos de la mitad del presupuesto. El auditorio ríe y llora emocionado. Cada día son varios los casos que se llevan a la pequeña pantalla, y así cinco días a la semana, incluidas dos noches hasta las dos de la madrugada.

Sí, se ha podido. Estoy en mi tierra, con mi gente, y me emociono de formar parte de este pueblo llano que, en situación de crisis, comparte sus miserias con sus vecinos más necesitados. Esta gente que lleva la televisión autonómica a la pequeña pantalla no tiene nada que ver con la que otras cadenas ponen en primer plano: Isabel Pantoja, Rosa Benito, la Duquesa de Alba, Cayetano Rivera ni su hermano Francisco; tampoco son Paquirrín. El público asistente a este programa semanal que llena las mañanas de la audiencia y algunas noches, no está interesado en saber si los personajes de la prensa rosa se traicionan unos a otros. Les interesa más el dolor de sus vecinos y sacan a relucir su virtud principal: la SOLIDARIDAD. Sí, son mi gente y yo me siento orgulloso de ellos. Más orgulloso aún de lo que ya estaba. ¡No cambiéis!

martes, 9 de octubre de 2012

Ni una sola Palabra




Verdaderamente, el joven músico es bueno, o al menos a mí me lo parece. Toca su clarinete con sentimiento, emocionado, y se le ve en los movimientos con los que acompaña la melodía que interpreta. Frente a él, un bar reciente está abarrotado hasta el punto que incluso sus clientes copan la calle Laurel, alegres, divertidos, pero la mayoría elegantemente vestidos, como si asistieran a un concierto sin saberlo y sin prestar atención. 

El joven músico sigue tocando pero como si lo hiciera para él, sin prestarles atención a ellos, con un digno gesto de reciprocidad. Cuando termina el "Tico-tico", última pieza interpretada, se agacha recogiendo sus pertenencias con el clarinete bajo uno de sus brazos. En eso se acerca un padre indiferente al que acompaña un niño de unos 4 años, le lanza una moneda y le pregunta: "¿A mi hijo le gusta, puede repetirla?". El joven mira la moneda, mira al padre, al hijo, abandona la recogida de sus enseres y se dispone a interpretar la melodía solicitada. A lo mejor hoy no ganó lo suficiente, o puede que le haya emocionado que una personita se haya interesado por su música. Ocurre en muchas calles del mundo.

miércoles, 3 de octubre de 2012

¡NO AL RESCATE DE LAS ENTIDADES FINANCIERAS!



No soy yo, ni seguramente muchos de vosotros, accionista de ninguna entidad financiera; a lo sumo que llego es a tener una modesta cuenta en la que me descuentan una cantidad muy respetable de comisiones mensualmente. Estas abusivas comisiones las imponen los órganos de dirección de las entidades para poder ellos retirarse con unas pensiones supermillonarias, gasto este que, junto a otras medidas adversas para sí mismas como inversiones especulativas arriesgadas, etc., tendrá el Gobierno de turno y, en definitiva, los ciudadanos, que pagar en forma de rescate.

Que la banca va a ser rescatada, eso lo tengo claro, pero ¿porqué? Si las entidades necesitadas de capital vendieran sus activos inmobiliarios no haría falta que todos los españoles tuviéramos que pagar sus errores, pero ¿porqué no vende esos activos? Si bastaría con que los bancos rebajaran los importes de las viviendas en su poder a precios de mercado, reales, para vender todo el stock que mantienen y así generar ingresos para reactivar el mercado del crédito y solucionar de una vez los problemas de liquidez de empresas y particulares, ¿porqué no lo hacen? 

La respuesta es clara: porque presentarían resultados negativos, se generarían pérdidas, lo que deterioraría su imagen en los mercados bursátiles y les llevaría a una situación caótica. Pero, ¿no sería más barato para todos que las entidades regularizaran la situación vendiendo sus activos y que la entidad que tenga que ser liquidada lo sea? Ello no llegaría a afectar a los impositores, todo lo más a los inversores: accionistas y propietarios de bonos subordinados o no garantizados, personas que cuando realizaron sus inversiones en la entidad financiera aceptaron un riesgo implícito al producto para su dinero, a diferencia de los impositores, que son un tipo de cliente que busca estabilidad para su capital en lugar de rentabilidad.

Yo no quiero que el estado pague con mis impuestos nada a las entidades financieras, y tampoco soy solidario con el accionariado de las mismas, curiosamente un sector insolidario de más con una sociedad a la que se vuelve cuando necesita salvaguardar su capital y no a la hora de aportar dinero al sostenimiento del Estado, sostenimiento al que contribuye con unos impuestos más bajos (Sicavs, Sociedades, etc.) que la inmensa mayoría de españoles.

Por ello digo:  NO  AL  RESCATE  DE  LAS  ENTIDADES  FINANCIERAS. No a recibir un dinero de Europa que nos pasaría factura, ni aportaciones del Estado que nos llevan al deterioro de las cuentas públicas con el consiguiente incremento del endeudamiento y encarecimiento del interés de la deuda por el incremento de la prima de riesgo.