martes, 14 de septiembre de 2010

El Problema de las Pensiones en España




Es uno de los temas más de actualidad, a pesar de que los fondos de pensiones ya llevan más de 15 años en el panorama económico y financiero de nuestro país. Aquí se trata de que las personas aperturen en alguna entidad financiera un plan de pensiones establecido en un fondo de pensión para que, el día que se jubilen, “puedan complementar la pensión que les corresponda” después de muchos años de cotización a la Seguridad Social. Es el futuro, nos dicen los empleados de las entidades bancarias a los que les pagan por decir esto y conseguir el máximo de aportaciones a los planes, lo que consiguen gracias a la confianza que a lo largo del tiempo hemos llegado a alcanzar con ellos y su entidad. Confianza generalmente unidireccional, de nosotros hacia ellos, que no de ellos hacia nosotros, y si no, haced la más mínima prueba y pedidle al bancario que deposite dinero en “vuestra entidad”.

Estos “amigos verdaderos” nuestros, para generar plusvalías que engrosen nuestro fondo y así poder atender nuestras expectativas futuras, invierten nuestro estable dinero en acciones inestables de empresas en las que “ven perspectivas desinteresadas”, y claro, la valoración de estas acciones-participaciones subirán o bajarán en función de que suba el valor del fondo, ambos parámetros variables, dado que el número de participaciones es invariable hasta que volvamos a comprar más. Por eso, si en un momento dado quiero saber el valor de mi fondo, habré de multiplicar el número de mis participaciones por el valor que tienen en ese momento, y así sabré si mi fondo tiene una rentabilidad positiva o negativa. Así, buscando una estabilidad para el futuro nos encontramos con un producto que no nos ofrece ninguna. No preguntemos nada si estos fondos están invertidos en empresas inmobiliarias. A saber.

A mí me parece que el sistema (hipercapitalista, por supuesto) lo que realmente busca es que las cotizaciones de los trabajadores desaparezcan, o al menos lo vayan haciendo paulatinamente. El futuro pensionista será responsable de generar su pensión con un fondo de pensiones, pagando él las altas cuotas mensuales que necesite para tener en un futuro la pensión que estime. Con lo cual, no será necesario que el patrón o empresa aporten a la Seguridad Social cantidad alguna por el trabajador, mientras que éste dependerá de los seguros sanitarios privados para salvaguardar su sanidad, las mutuas privadas para acometer sus bajas y accidentes laborales, y las entidades entidades financieras para cobrar una pensión. Se trata de una auténtica privatización de la Sanidad Española, el orgullo del Estado del Bienestar Español. ¿Y esto lo sabe el sr. Zapatero? Y si lo sabe, ¿lo consiente?. A Rajoy no le preguntemos, que dirá que eso es lo que hace falta, más gestión privada y de calidad (?) o sea, de pago.

Pero yo me pregunto, además, si ¿será capaz el sistema financiero español de responder de los Fondos de Pensiones que gestiona o intermediatiza? El intermediario financiero español invierte el capital aportado por los planes de pensiones a un fondo basado en el valor accionarial de una empresa que él considera rentable, pero de cuya bondad no responde. Esto ocurre abiertamente en el horizonte económico-financiero español, que la entidad no puede responder de nada, y ha de ser el Estado el que deba garantizar los depósitos de los clientes de los bancos. ¿Pasará así con los Fondos de Pensiones? ¿Mi pensión debería de gestionarla yo en un calcetín en caso negativo?

No, sabemos y afirmamos (excepto la oposición y los sindicatos, que lo saben pero no quieren decirlo para no darle la razón al gobierno) que es necesario incrementar la edad de la jubilación si no se quiere incrementar las aportaciones de las empresas (lo que estas mirarían con horror y no generarían empleo) y de los trabajadores (siempre los mismos salvadores de las cuentas públicas) para garantizar la viabilidad del sistema de pensiones tal y como está configurado tras los Pactos de Toledo. Hasta ahora, el saldo de caja de la Seguridad Social ha sido positivo y tiene un importante superávit, pero no es suficiente. Tampoco usemos este dato para que los financieros españoles empiecen a sacar pecho con sus fondos de pensiones, hasta ahora tan negativos y en el futuro tan inciertos y volátiles. Empezamos a asistir al final del sistema de pensiones español, y la empresa privada, como tiburones, ya se está posicionando.

Las consecuencias de la crisis:

El presidente del BBVA se embolsa 79,7 millones de euros de pensión (Manuel Jiménez, Madrid, 5-2-2010, El Pais.com)

Santa Rita, que me quede como estoy.